martes, 13 de agosto de 2019

El derecho a la identidad - Secuelas de la última dictadura


La profesora de Filosofía, Laura Vaggi, nos acerca dos trabajos de expresión escrita a cargo de alumnes de 5to año TM, relacionando el concepto de identidad y dictadura a partir de la proyección de audiovisual sobre la vida de Estela de Carlotto.





“Tu manera de ser y tu vida se definen en tu identidad”

Por Lucia Leandro (5°1°)

La identidad de una persona, al menos desde mi pensamiento, es algo importante y muy personal, tu manera de ser y tu vida se definen en tu identidad, en quienes son tus padres y tu familia, la manera que te crían, tu entorno.
Depende mucho de donde crezcas y las personas que te rodean, el como serás, y creo que la historia de Guido habla de esto (Guido es el nieto recuperado de Estela de Carlotto). De cómo unos hombres uniformados decidieron sobre la vida de otros, arrancándoles pro la fuerza su identidad a cerca de 500 personas, arrancándole a padres sus hijos y nietos.
Gente que cree sin saber que sus padres biológicos fueron desaparecidos, a quienes les arrancaron la vida. Crecer sin saber que sus progenitores fueron victimas de terrorismo de Estado, de un genocidio.
Sin conocer su verdadera historia ni saber que hay gente que los esta buscando desde incluso antes que nacieran.
Robarles la identidad también significa privarlos de una familia que añoro encontrarlos toda su vida, privarlos de encontrar a esa gente donde se vería reflejado y /o identificados en muchos aspectos, tal vez en algún rasgo físico o algún gusto particular en común.
Obligados a vivir ciegamente con una identidad basada en una vida totalmente diferente a la que tendrías, con otro nombre y otras personas. Viviendo normalmente su vida sin saber que el robo de su identidad retumba en la desaparición de 30.000 personas, de la gente relacionada a estas personas desaparecidas y en un país entero y marcado por un plan sistemático totalmente inhumano.


“Todavía hay gente que no conoce su verdadera identidad”

Por: Juan Cruz Onorato (5°1°)

Es un derecho, es parte de nosotros, como si fuera una extremidad más. Imaginariamente seriamos una persona con un símbolo de pregunta en la cara sin la nuestra, a cada paso que damos, necesitamos de ellas, es más, ahí dice de dónde venimos, quiénes somos realmente, cuan viejo estamos, quizás hasta donde vamos, pero que pasa cuando no la tenemos, o aun peor, que pasa cuando nos la sacan?, el peor de los delitos, no saber quienes somos, ¿podría ser peor?, si ¿y si los que nos sacan nuestras identidades son los mismos que se encargan de cuidarnos? Yo, en mi caso se sentiría un poco atrapado, porque ¿Dónde podría ir? ¿a quien recurro? ¿y si se la sacan a un familiar mío, que tendría que hacer?
Hoy en día, es algo común saber nuestra identidad (quizá, no me refiero a todos los casos) pero hace menos de 45 años ¿Cómo era esto? A la gente (por decirlo muy superficialmente) la desaparecieron por pensar distinto, muchas de ellas madres embarazadas, que dejaron a esos bebes sin madre y sin identidad, cada caso es una historia, imagínense 30.000 historias, siempre pienso cuando veo una película de la época, toda la historia que tiene solo un caso, todos los días, semanas o meses que estuvo sufriendo esa persona pero solo pensemos en todas las personas que se quedaron sin identidad, o que directamente desaparecieron la suya, sin rastro alguno.
Hoy en día seguimos con las consecuencias de ese acontecimiento, porque todavía hay gente que no conoce su verdadera identidad.

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